domingo, 10 de junio de 2012

Música en Egipto

La Música en el antiguo Egipto se empleaba en varias actividades, pero su desarrollo principal fue en los templos, donde era usada durante los ritos dedicados a los diferentes dioses y era utilizada como remedio terapéutico, como indican algunos papiros: de hecho, el signo jeroglífico para la música es el mismo que para bienestar y para alegría. Como en otros pueblos, también se consideraba un medio de comunicación con los difuntos, y los músicos alcanzaban una categoría tal que algunos están enterrados en las necrópolis reales.
No se conoce cómo era realmente ya que no desarrollaron un sistema para representarla, se transmitía de maestro a alumno, pero sí quedan algunos textos que permiten conocer algunos aspectos. También arrojan luz sobre este tema los instrumentos conservados en los museos y la representación en bajorrelieves y pinturas de instrumentos y bailarines, además de lo conservado por tradición oral por los cantores coptos.
 
La música era una actividad muy importante en el antiguo Egipto y se la usaba para gran variedad de actividades, pero su principal desarrollo se llevo a cabo en los templos, donde se la usaba en los ritos dedicados a los diferentes dioses y también, como lo indican antiguos papiros, era utilizada como una especie de remedio terapéutico.

Como en muchas otras culturas, también se la consideraba como un medio de comunicación con el mundo de los muertos, y los grandes músicos usualmente alcanzaban una categoría tal que algunos han sido enterrados en las necrópolis reales.

No existían en esa época muchos textos o partituras de la música, así que usualmente era trasmitida de maestro a alumno.

Tan importante era la música en la cultura del antiguo egipcio, que el faraón tenía a su disposición una especie de orquesta a la cual podía acceder en cualquier momento, y era llamada en los festivales más importantes; y a los miembros de dicha orquesta, el faraón los trataba como si fueran parte de la familia real, dándoles todos los lujos y comodidades posibles

Musica en Grecia

La música de la Antigua Grecia era un arte que se encontraba presente en la sociedad de forma casi universal: en las celebraciones, funerales, en el teatro, a través de la música popular o mediante las baladas que presentaban los poemas épicos. Representaba, por tanto, un papel integral en las vidas de los habitantes de la antigua Grecia.
En la actualidad, constan significativos fragmentos sobre la anotación musical utilizada por los griegosasí como muchas referencias literarias a la música de la Antigua Grecia. A través de las fuentes se ha podido investigar - o al menos hacerse cierta idea - sobre cómo sonaba la música griega, su rol en la sociedad, las cuestiones económicas relacionadas con ese arte o la importancia social de los músicos. La propia actividad de tocar instrumentos musicales está presente a menudo en los dibujos encontrados en las cerámicas griegas. Por su parte, la propia palabra música procede de la denominación de las musas, las hijas de Zeus que, según la mitología griega, inspiraban todas las actividades creativas e intelectuales.


La escala
La escala fundamental de los griegos de la Antigüedad era la doria: re, mi, fa, sol, la, si, do, re. Sin embargo, mientras que la escala moderna es esencialmente «ascendente», la doria era «descendente»: subirla, era, a ojos de los griegos, emplearla al revés. El sitio de los semitonos en las dos escalas es el mismo, si se considera cada escala en su sentido directo, y no en el inverso. No olvidemos que una escala es un movimiento melódico, y que la dirección de este movimiento depende de las atracciones entre las notas, y después por la determinación del lugar de los semitonos. Crearon sus primeras escalas mediante la notación alfabética, es decir dieron a las notas como nombre algunas letras de su alfabeto.
Nuestra escala tiene una tónica que está en el primer grado. Pero la noción de la tónica no tiene sentido más que desde el punto de vista moderno de la armonía, concepto que, tal y como la entendemos, era ignorado por los griegos. Su escala no tenía tónica y, no obstante, había una nota que jugaba un papel preponderante: era la mediante. En la escala doria, la mediante era el la. Su nombre se debía a su posición casi central, y su importancia se debía a que la mayoría de las relaciones melódicas se percibían directa o indirectamente en relación con ella.
La doria era la escala fija en la música griega. Pero se transformaba en une serie de diversas escalas o modos, según se desplazara el punto de partida y la mediana (véase velocidad de fase).
Los modos griegos eran: dorio, hipodorio, frigio, hipofrigio, lidio, hipolidio, mixolidio, hipomixolidio.
Igual que transponemos nuestra escala mayor y nuestra escala menor de la nota la, sin dulces tonalidades diferentes por el medio de alteraciones ascendentes o descendentes, los griegos usaban transposiciones análogas. Sabían incluso modular a la quinta inferior por medios puramente melódicos. Hasta aquí la exposición del sistema musical griego conforme a su forma más antigua, al que los griegos denominaban «género diatónico», debido a que era en el que las cuerdas de la lira alcanzaban la máxima tensión, y que se caracterizaba por la disposición siguiente de los intervalos en el tetracordio inferior de la escala: la-sol-fa-mi.
Las complicaciones, sin duda de origen oriental, se introdujeron después en la música griega, bajo los nombres de escala cromática y de escala enarmónica. La cromática se definía por la disposición siguiente del tetracordio inferior de la escala: la-fa#-fa(b)-mi.
En cuanto a la escala enarmónica, muy diferente de la moderna, introdujo en la escala el cuarto de tono. A falta de signo más apropiados se representa por un fa seguido de un medio bemol ♭ utilizado para bajar la nota fa un cuarto de tono en el tetracordio inferior de la escala enarmónica la-fa-fa(b/)-mi
La música griega era esencialmente homófona, como todas las músicas de la antigüedad. Los griegos no consideraban musical la producción simultánea de dos melodías diferentes. Además, no conocían la armonía en el sentido moderno de la palabra.
Cuando cantaban los coros, siempre era al unísono o a la octava, y el aumento de un canto a la octava, tal y como se producía cuando se asociaban voces infantiles con voces de adultos, les parecía una complicación audaz. Los instrumentos que acompañaban a las voces se contentaban con aumentar su parte; a veces, sin embargo, añadían una «nota cambiata». Pero tales ornamentos o mezclas de sonidos no tenían, en ningún grado, el carácter o papel de nuestros contrapuntos o armonías modernas.
En definitiva, los sonidos de las escalas varían en función del lugar en el que se ubican los tonos y los semitonos. Mientras que la música occidental moderna distingue relativamente pocos tipos de escalas, los griegos usaban esta ubicación de tonos, semitonos e incluso la cuarta parte de tono para desarrollar un gran repertorio de escalas, cada una con un supuesto "ethos". No existe sin embargo ninguna evidencia que lleve a concluir que una secuencia de notas en una escala concreta corresponde "de forma natural" a una emoción particular o a una característica de la personalidad. Sin embargo, la idea griega de la escala (incluido su nombre) llegó hasta la música romana posterior y hasta la Edad Media, pudiendo encontrarse un ejemplo en el sistema modal eclesiástico.
A partir de las descripciones que han llegado a nuestros días desde los escritos de Platón, Aristóxeno y, más adelante, Boecio, podemos decir, aunque con ciertas precauciones, que los antiguos griegos, al menos los anteriores a Platón, escuchaban música principalmente monofónica, es decir, construida en melodías simples basadas en un sistema de modos o escalas, construidas bajo el concepto de que las notas debían ser colocadas entre intervalos consonantes. Está comúnmente aceptado en musicología que la armonía, en el sentido de un sistema desarrollado de composición en la que muchos tonos contribuyen al mismo tiempo a la expectación de resolución de la audiencia, fue inventada en la Edad Media europea, y que las culturas antiguas no tenían un sistema desarrollado de armonía. Sin embargo, resulta obvio a partir del texto de Platón que los músicos griegos en ocasiones hacían sonar más de una nota al mismo tiempo, aunque esto aparentemente era considerado una técnica avanzada. El fragmento musical conservado de Orestes de Eurípides claramente solicita que suene más de una nota al mismo tiempo. También existe un interesante estudio en el campo de la música de la antigüedad en el Mediterráneo (descifrando escrituras musicales cuneiformes) que defiende la existencia de varios sonidos al mismo tiempo y de la invención teórica de una escala muchos siglos antes de que la escritura llegara a Grecia. Sin embargo, todo lo que se puede decir a partir de la evidencia existente es que, mientras que los músicos griegos sí que emplearon la técnica de hacer sonar varios tonos de forma simultánea, la forma más común y básica de la música griega era monofónica.
Todo ello parece evidente si tenemos en cuenta los escritos de Platón:
La lira debería utilizarse junto con las voces (...) el músico y el pupilo creando nota por nota al unísono, con heterofonía y bordadas por la lira (...)

El ritmo

La teoría del ritmo tenía para los griegos una importancia capital y adquirió un desarrollo considerable, cuyo análogo se encuentra en los tratados de composición modernos.
El pulso, que servía de base al sistema, era el valor de duración de la más pequeña, la «breve» (U), cuyo múltiplo era la larga (-), que equivalía a dos breves. Combinando largas y breves, se obtenían diferentes ritmos elementales o «pies», que corresponden a los tiempos de nuestros «compases»: el yambo (U-), el troqueo (-U), el tribraquio (UUU), el dáctilo (-UU), el anapesto (UU-), el espondeo (--), etc. Al reunir varios pies se formaban los metros, como nuestros compases se componen de tiempos. La unión de varios metros daba lugar a un elemento de fraseo o kôlon. Generalmente el fraseo se componía de dos kôla.
Los fraseos se reagrupaban en periodos y los periodos en estrofas, que se presentaban de ordinario seguidas de la antístrofa, y del épodo (coda). Las leyes más minuciosas y más variadas se aplicaban a la construcción de estos grandes conjuntos rítmicos, que aparecían ya sea en una oda de Píndaro o ya sea en un escena trágica de Esquilo; muy análogas por su arquitectura a las sonatas y sinfonías. Estas reglas de construcción fueron totalmente ignoradas en la Edad Media. Reencontradas gracias al instinto de los grandes maestros clásicos, no fueron enunciadas de forma muy explícita hasta después del descubrimiento en el siglo XX del verdadero significado de la doctrina de los antiguos.

Partituras
Se conservan una sesentena de fragmentos musicales griegos, desafortunadamente muy incompletos, transmitidos esencialmente en papiros de época greco-romana encontrados en Egipto. Han sobrevivido pocas piezas íntegras, como el denominado Epitafio de Seikilos (siglo II a. C.), algunos Himnos de Mesomedes de Creta - músico habitual del emperador Adriano- que han llegado a nuestros días gracias a su inclusión en manuscritos medievales, y algunas piezas instrumentales anónimas. Quedan treinta y siete notas del Orestes de Eurípides y cerca de unas veinte notas de Ifigenia en Áulide, del mismo autor.
Entre las piezas fragmentarias, las más importantes son los Himnos de Delfos, dos himnos del siglo II a. C. descubiertos en 1893-1894 por Théodore Reinach. En el Museo del Louvre se ha hallado un fragmento de un extracto de la tragedia Medea, del dramaturgo Carcino.




INSTRUMENTOS
Todos los instrumentos utilizados para crear cualquier tipo de música pueden ser divididos en tres categorías
basadas en el modo en el que se produce el sonido: cuerda, viento y percusión. Bajo este sistema, los instrumentos de cada uno de esos tipos pueden dividirse en subtipos en función de la forma en que se extrae el sonido. A continuación se enumeran algunos de los instrumentos utilizados para crear música en la antigua Grecia:

·         La lira: Instrumento de cuerda pulsada, con forma de ábaco, que originalmente se construía utilizando como caja caparazones de tortuga, y en el que había unas siete o más cuerdas afinadas para que hiciesen sonar las notas de cada uno de los modos. La lira se usaba para acompañar a otros instrumentos, o bien por sí misma para recitar canciones.

·         La cítara: Instrumento parecido aunque algo más complicado que la lira. Tenía un marco en forma de caja en la que las cuerdas se estiraban desde la cruceta superior hasta la caja de resonancia ubicada en la parte baja. Se mantenía vertical y se tocaba con un plectro. Las cuerdas podían afinarse ajustando cuñas de madera.

·         El aulos, instrumento parecido a un oboe doble en el que ambos instrumentos de viento se tocaban al mismo tiempo. Las reconstrucciones modernas indican que producían un sonido parecido al de un clarinete. Existe, sin embargo, cierta confusión acerca de la naturaleza exacta del instrumento, puesto que según la descripción podría ser de lengüeta simple o doble.

·         La flauta de Pan, también conocida como siringa, era un instrumento musical antiguo que se basaba en el principio de la resonancia acústica en un tubo taponado. Consistía en una serie de tubos de longitud variable que se afinaba cortando los tubos a la longitud deseada. El sonido se produce soplando a través de la única abertura del tubo.

·         El hydraulis, instrumento de viento que se manejaba desde un teclado, precursor del actual órgano tubular. Tal y como indica su nombre, el instrumento utilizaba el agua para mantener un flujo constante de aire a través de sus tubos. Han pervivido dos descripciones detalladas del instrumento: la de Marco Vitruvio y la de Herón de Alejandría. Estas descripciones se centran principalmente en el mecanismo del teclado y en la forma en la que el instrumento recibía el necesario flujo de aire. Por otro lado, en 1885 fue descubierto en Cartago un modelo en cerámica bien preservado. El agua y el aire entran en el instrumento y llegan juntos a la cámara eólica. A continuación, el aire comprimido entra en un compartimento situado en la parte superior de la cámara eólica, y desde aquí, se distribuye hacia los tubos del órgano. El agua, después de haber sido separada del aire, deja la cámara eólica conforme va entrando en ella. A continuación, el agua impulsa una rueda, que a su vez mueve un cilindro musical. Para hacer funcionar el órgano, la llave que permite el paso del agua al interior del instrumento debe estar abierta.

·         La corneta o trompeta aparece en diversas ocasiones en la Eneida de Virgilio. Podemos asumir que los griegos y hacían uso de este instrumento, y no sólo de las conchas de mar, sino incluso de instrumentos elaborados con metal llamados salpiges. Diversas fuentes mencionan este instrumento de metal con una boquilla de hueso y aparecen en diversas pinturas.
Musica de la Antigua grecia



MODOS


MODOS GRIEGOS: la antigua teoría musical griega se basaba en el tetracordo (sucesión conjunta de cuatro notas en sentido descendente, comprendidas en el ámbito de una 4ª justa, que se diferenciaban por la distinta colocación del semitono o la ausencia de él, como ocurre en el tetracordo mixolidio). La unión de dos tetracordos se denominaba modo (especie de escala musical), surgiendo de esta forma 4 modos: dórico (comienzo en MI), frigio (comienzo en RE), lidio (comienzo en DO) y mixolidio (comienzo en SI). Los tres primeros modos son simétricos (dos tetracordos iguales por la colocación del semitono), mientras que el último modo (mixolidio) es asimétrico (el primer tetracordo no tiene semitono, el segundo sí). Cada modo tenía su correspondiente HIPO, que se obtenía pasando el tetracordo agudo al grave, es decir, invirtiendo su disposición, y se añadía una nota grave para completar la octava.

ORIGENES
En la edad media, estas escalas las adoptaron los músicos de la iglesia, y por razones poco claras, introdujeron varios cambios: primero invirtieron el orden, de manera que las escalas se convirtieron en ascendentes. También cambiaron las notas por las que empezaban. Y finalmente sustituyeron el término “escala” por “modo”. Así la escala dórica se convirtió en el modo dórico, que ascendía desde el Re, el modo frigio subía del Mi al Mi, el modo lidio subía del Fa al Fa y el modo mixolido subía del Sol al Sol.

La antigua escala lidia que originalmente bajaba desde el Do, se conservó con el nuevo nombre de modo jónico, pero esta vez subiendo desde el Do.
La escala mixolidia, que antes bajaba desde el Si, ahora subía desde el Si y se la llamó modo locrio.

Y a la escala que comenzaba en el La se la llamó modo eólico.
Con esto se tenían ya siete modos, uno por cada nota de las teclas blancas. Ya hemos visto que el sonido característico de cualquier escala o serie de notas viene determinado por el patrón de intervalos, de un tono o de medio. Como cada modo tiene su propio patrón de intervalos, cada uno tiene un sonido propio.

En la edad media el sistema modal era la fuente de todas las melodías. Pero a principios del siglo XVI, las complejidades cada vez mayores de la polifonía provocaron la caída del sistema modal.
En el siglo XVII se había desarrollado ya un nuevo lenguaje armónico. La idea de “tonalidad” se amplió para incluir el sistema de tonos. Toda la música se escribía en un tono que identificaba la nota tónica de la escala. Los intervalos entre notas estaban determinados por su distancia a la nota tónica o central.


 
MODO DÓRICO
Como en el resto de modos auténticos griegos, en el modo dórico griego la octava dórica se construye descendentemente a partir de la nota tónica del modo mediante dos tetracordos idénticos separados por un tono.
Los sonidos de este modo a partir de la nota mi, todas las notas forman parte de la escala diatónica de Do mayor. Si se ordenan ascendentemente, los sonidos del modo dórico griego coinciden con los sonidos del modo frigio medieval. Para evitar su confusión con el modo dórico medieval, a veces se designa como modo de mi.
Deplazando el tetracordo superior a continuación del inferior se genera el modo hipodórico, una secuencia de notas equivalente con el modo eolio moderno.

MODO EÓLICO
Según los atenienses, el noveno modo de la música griega era el preferido en Eolia, por eso le llamaban el modo eólico.
Durante la Edad Media se le adjudicó este nombre al modo sobre la nota la, formado con la estructura de la escala natural empezando por la. Los dos semitonos de los modos gregorianos están entre la segunda y la tercera menor, y entre la quinta y la sexta, dando lugar a lo que desde el Barroco se denomina escala menor "antigua", en contraposición a la "armónica" y la "melódica".

MODO MIXOLIDIO
En música, el mixolidio es un modo gregoriano formado con la estructura de la escala natural empezando por el Sol. Los dos semitonos de los modos gregorianos están entre la tercera mayor y la cuarta, y entre la sexta y la séptima, dando lugar a una escala mayor usada en blues por ser muy versátil en los cambios entre primera, cuarta o quinta. Permite hacer acordes mayores, los grados primero, cuarto y quinto son mayores, y escuchar la tensión del séptimo grado, esencial para el blues.

MODO FRIGIO
El modo Frigio empieza en el tercera nota de la Escala Mayor . Por ejemplo E Frigio tiene las mismas notas que la escala de C mayor ( C D E F G A B) porque E es la tercera nota (el tercer grado) de C. Entonces tenemos que E Frigio está formado por las notas de C mayor empezando en E: E F G A B C D. Para entender mejor el caracter y funciones del modo Frigio, vamos a compararlo con la escala mayor.

MODO LIDIO
El modo Lidio empieza en el cuarta nota de la Escala Mayor . Por ejemplo E Lidio tiene las mismas notas que la escala de B mayor (B C# D# E F# G# A#) porque E es la cuarta nota (el cuarto grado) de B. Entonces tenemos que E Lidio está formado por las notas de B mayor empezando en E: E F# G# A# B C# D#. Para entender mejor el caracter y funciones del modo Lidio, vamos a compararlo con la escala mayor.

MODO LOCRIO
El modo Locrio empieza en la séptima nota de la Escala Mayor . Por ejemplo E Locrio tiene las mismas notas que la escala de F mayor ( F G A Bb C D E F) porque E es la séptima nota (el séptimo grado) de F. Entonces tenemos que E Locrio está formado por las notas de F mayor empezando en E: E F G A Bb C D. Para entender mejor el carácter y funciones del modo Locrio, vamos a compararlo con la escala mayor.

MODO JÓNICO
En el modo Jónico, los intervalos se dividen en un patrón muy conocido de pasos enteros y la otra mitad. La mayoría de nosotros reconoce instantáneamente el modo Jónico, al reproducirse en un piano. El resto de los siete modos de la música de mantener este modelo familiar, pero el comienzo de las notas diferentes.



MODOS GREGORIANOS O ECLESIÁSTICOS: toda la teoría musical medieval hasta el siglo XI procede, más o menos modificada, de la teoría musical griega. Estos modos son utilizados en la Edad Media y son la base del canto gregoriano. Los modos eclesiásticos también son llamados gregorianos (el nombre procede de San Gregorio Magno, Papa entre los años 590-604, a quien la tradición medieval atribuye la organización definitiva del canto eclesiástico). En la Edad Media se aplicaron los nombres de los 8 modos griegos a los 8 modos eclesiásticos, pero también se utilizaba la nomenclatura en latín: protus, deuterus, tritus y tretardus (que significa 1º, 2º, 3º y 4º).
Existen 4 modos principales o auténticos que están formados en sentido ascendente por una 5ª justa más una 4ª justa. De ellos derivan otros 4 modos secundarios o plagales, formados por esa mima 5ª justa más una 4ª conjunta descendente.
A diferencia de los modos griegos, los eclesiásticos tienen sentido ascendente. La primera nota de cada modo auténtico y su correspondiente plagal se llama Finalis (final) y es la misma en los auténticos y en los plagales. La segunda nota en importancia se llama Repercusio (la dominante) o cuerda de recitación, es la nota en torno a la que se organiza la melodía. En los modos auténticos la Repercusio está una 5ª por encima de la Finalis, excepto cuando recae en la nota si, en cuyo caso pasa a do. En los modos plagales la Repercusio está una 3ª por encima de la Finalis, excepto en el Deuterus Plagal y en el Tetrardus Plagal, en los que está una 4ª por encima.

En el siglo XVI Glareanus amplió los 8 modos a 12, añadiendo el Eólico, Hipoeólico, Jónico e Hipojónico.
La música modal sigue utilizándose hoy en día en determinados tipos de música, como el jazz, el folklore, el pop-rock, la música andaluza… Los modos que se utilizan actualmente mantienen la estructura y los nombres de los modos gregorianos. Se pueden transportar para comenzar a partir de otras notas. Por ejemplo si quisiéramos construir el modo dórico de mi las notas resultantes serían: mi – fa# – sol – la – si – do# – re – mi (veréis que corresponde a nuestra escala menor dórica). Fijáos que el modo jónico coincide con nuestra escala de Do Mayor natural, el eólico con nuestra escala de La menor natural y el mixolidio con nuestro 4º tipo de escalas mayores.